Un sueño hecho realidad
Repasamos la oferta musical clásica y el elenco de artistas, formaciones y directores que pisaron Sevilla durante la Expo del 92. Un cartel de lujo que la ciudad pudo disfrutar durante muchos meses de los mejores directores y orquestas del mundo.
Cuando Sevilla se convirtió en el epicentro cultural de prácticamente todo el planeta, se pudo disfrutar en la ciudad de la llegada de los mejores directores y orquestas del mundo. Primeramente, se contó con la figura de Plácido Domingo como asesor musical de la Expo, decisión más que acertada viendo posteriormente el gran elenco que visitó la ciudad.
Durante todos los meses que duró la exposición siempre hubo algún concierto de música clásica aunque es destacable también la cantidad de conciertos que había de otros estilos musicales y en otros lugares. Por ejemplo, la S.I. Catedral y la Iglesia del Salvador fueron los lugares que principalmente acogieron conciertos de música antigua y conciertos para solistas como por ejemplo de guitarra, órgano, etc. Ni que decir tiene que también hubo cabida para otros estilos musicales como el jazz o la música urbana dentro y fuera del recinto de la Cartuja.
Todo comenzó con la representación de la famosa ópera Carmen de Bizet dirigida por Plácido Domingo y contando entre sus intérpretes a cantantes como Teresa Berganza, Nuria Espert o José Carreras. Posteriormente fueron muchos directores de talla mundial los que visitaron el recién estrenado Teatro de la Maestranza.
Si nos centramos en el apartado de las óperas, además de la anteriormente mencionada Carmen, hubo otras que se representaron. Por ejemplo, La Scala de Milán dirigida por el gran Ricardo Mutti interpretó La Traviata. El Metropolitan Opera House de Nueva York llegó de la mano de Levine interpretando Un ballo in maschera y Fidelio. Siguiendo con las óperas representadas, las de Verdi se llevaban la palma ya que la Orquesta de la ópera de París interpretó Otelo.
La ópera de Viena llegó a Sevilla con un título más que emblemático y conocido por todos, Don Giovanni. También quedó por ahí la representación del Holandés errante de Richard Wagner. Como pueden observar, en el conjunto total de los meses la cantidad de óperas que se representaron fueron enormes.
Si nos pasamos al apartado sinfónico, la carga de conciertos es incluso mayor. Cada orquesta solía repetir cada concierto una vez más, como suele ser habitual y a continuación les nombramos las formaciones y directores para que vean del calibre musical que estamos tratando. Comenzamos fuerte con la Filarmónica de Berlín dirigida nada más y nada menos que por Daniel Barenboim que interpretó la Sinfonía Inacabada de Schubert, la Novena Sinfonía de Bruckner y terminando con un valor seguro, la Séptima Sinfonía de Beethoven y el concierto para piano número uno del mismo autor.
Otro gran director como es Zubin Mehta dirigió a la Filarmónica de Israel interpretando obras como la Cuarta Sinfonía de Brahms, Júpiter de Mozart o Seis Piezas de Webern. Destacable también el apartado sinfónico de Mutti además del que dedicó a las óperas. Con su orquesta de Philadelphia interpretó obras de Elgar, Copland o la Sinfonía del Nuevo Mundo. Penderecki aterrizó en la ciudad con la Orquesta de Varsovia dando un concierto en el pabellón de Polonia y también pisó suelo hispalense Lorin Maazel con obras dedicadas a Wagner junto a la Orquesta de Pittburgh.
Si seguimos con la lista de formaciones y directores nos detenemos en Sergiu Celibidache, que con la Filarmónica de Múnich encandiló al público asistente con obras de Brahms, Tchaikovsky o Prokofiev. Kurt Masur con la Gewandhaus de Leipzig fue otro de los grandes que hizo sonar a Beethoven en su máximo esplendor. Por otra parte, la Orquesta Nacional de Washington con Rostropovich como director interpretó el Réquiem Guerrero de Britten mientras que no podemos dejar de mencionar al gran Claudio Abbado y su querida Filarmónica de Viena que dieron vida a la Sinfonía Militar de Haydn, la Primera Sinfonía de Mahler y la obertura de Meinstersingers.
Otras tantas formaciones asistieron a la Exposición de 1992 como por ejemplo la Orquesta Sinfónica Nacional de Hungría con Ervin Lukacs, la Orquesta de Cámara Wuttemberg Heilbronn, la Orquesta del Concertgebouw, la JONDE, Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda y como no, la Orquesta Nacional de España.
Además de todo esto hubo también espectáculos de zarzuela y seguro que se nos escapan muchas formaciones y directores pero como pueden observar, lo que se pudo disfrutar en esos meses en la ciudad de Sevilla fue algo maravilloso y solo al alcance de un evento de tal envergadura como lo fue la Exposición Universal del año 1992.